Bien hecho es mejor que bien dicho
Cuando hablamos de realizar acciones, de pronto no tenemos conocimiento de si aquello que planeamos lo podemos lograr sin ningún contratiempo.
Los caminos a transitar cuando de un objetivo se trata, pueden estar rodeados de ciertas circunstancias que pueden atrasar o cambiar el rumbo de lo que queremos hacer. Los objetivos, nuestro día a día, los planes a futuro y el rumbo de lo que ya tenemos logrado, deben estar respaldados por acciones fuertes que son las que darán rumbo al éxito que queremos. Gastamos mas tiempo en decir lo que vamos a hacer que la propia acción. A veces no es necesario mediar palabras, sólo actuar con lo que se tenga a la mano y guardar las palabras para utilizarlas como herramienta para aquello que estamos planeando. Siempre tendrá más peso una acción que una palabra pues esa acción puede dar un cambio significativo en una situación determinada. Es importante saber que los actos de buena fe siempre regresarán en algún espacio del camino, es por ello que, debemos cuidar más lo que decimos y actuar en pro al crecimiento, al bienestar, al hacer bien a los demás y a multiplicar lo bueno que va resultando de los mismos.
Actúa fuerte, habla poco y ten presente que el universo siempre devolverá aquello que le hemos dado.