Donde sea que Dios te haya plantado ¡FLORECE!

Florece donde Dios te ha plantado, así como es una flor es capaz de hacerlo nosotros también podemos florecer, no necesitamos compararnos con nadie, ni parecernos a nadie para lograr florecer, porque ya lo tenemos todo.

A veces nos quejamos por donde estamos, lo que tenemos o no, cuando en realidad Dios siempre tiene un propósito, nos preocupamos tanto porque quizá en un principio no podamos trabajar en lo que amamos y nos perdemos la oportunidad de aprender la lección que Dios quiere enseñarnos para poder avanzar.

Todo lo que nos pasa en la vida son lecciones que nos ayudaran a convertirnos en lo que queremos y si no las aprendemos, se repetirán hasta que al fin lo hagamos, por ello es preciso hacerlo todo con amor…aunque no creamos todas las acciones se relacionan, la vida es como un hilo conductor donde todo lo que hagamos o dejemos de hacer va definiendo lo que pasara mas adelante!

Si queremos recibir cosas positivas en nuestras vidas eso mismo debemos aportar y empezar a trabajar por lo que queremos